Las claves en arquitectura para diseñar jardines verticales sostenibles y eficientes energéticamente se basan en la óptima utilización de los recursos y el impacto en la sociedad.
La instalación de jardines verticales en las fachadas de los edificios, por ejemplo, mejora la eficiencia energética de la edificación y reduce la emisión de gases de efecto invernadero.
Es importante poner en valor los beneficios que aportan los jardines verticales a la arquitectura y a su entorno:
- Ayuda a la mejora de la calidad ambiental, actúa de regulador térmico (lo cual implica un menor gasto energético en el edificio),
- Sirve para mejorar la acústica,
- Posibilita un ambiente más saludable…
Beneficios que tienen un impacto positivo en las personas, mejorando su bienestar y su productividad.
Para garantizar la sostenibilidad, es necesario analizar el ciclo de vida del sistema del jardín vertical y tener en cuenta su durabilidad y el impacto global en la edificación y en el entorno.
Jardines verticales en Arquitectura : Proyectos que hablan por nosotros
El Orquidario de Estepona, además de su atractivo turístico, también destaca por su gran atractivo botánico. Entre su inmensa variedad de orquídeas pueden encontrarse algunos ejemplares tan raros como sus miniaturas. Una sección en la que se encuentran orquídeas con un tamaño más pequeño del habitual.
El edificio, construido por el Ayuntamiento de Estepona, presenta un diseño singular que destaca por la presencia de una espectacular cascada que preside el espacio central. Para complementar esta impresionante vista, se instalaron dos superficies de jardín vertical, una de 60 m2 y otra de 40 m2, a ambos lados de la cascada. Estas superficies realizadon con módulos Fytotextile®, que garantizan una óptima retención de la humedad y nutrientes necesarios para el correcto desarrollo de las plantas.
Además, en la planta baja se instaló un pequeño jardín de 10 m2. Mientras que dos sistemas móviles de 2×2 m2 se ajardinaron a dos caras, creando auténticos elementos naturales separadores de ambientes. Estos sistemas móviles funcionan en circuito cerrado, proporcionando un riego eficiente y reduciendo el consumo de agua.
El sistema de riego del jardín vertical principal se planteó en circuito cerrado. El mismo está conectado a unos depósitos de acumulación que han permitido la recuperación y tratamiento del agua empleada en el riego. Este agua depurada se reutiliza nuevamente en nuevos ciclos de riego, contribuyendo así a un uso eficiente del agua. Además, el sistema cuenta con un sistema de control remoto que monitoriza la temperatura interior del edificio, los niveles de humedad del sustrato en diferentes puntos y el pH y la conductividad de la solución de riego, garantizando un óptimo desarrollo y mantenimiento del jardín vertical.
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Un proyecto de jardín vertical interior que, a pesar de los años, sigue siendo relevante en la actualidad.
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